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¿Te imaginas un mundo sin patatas fritas? ¿Uno en el que no haya zanahorias suficientes para hacer carrot cake? ¿O tal vez uno donde no puedas ser fit porque ha dejado de existir la lechuga? Sabemos la respuesta: no.
Pero ¿qué hay detrás de todo eso que encontramos como por arte de magia en los repletos estantes de los supermercados? ¿Quién hace posible nuestra dieta mediterránea o nuestro cocido?
La persona que trabaja la tierra plantando la semilla, que celebra la primera gota de agua pero también el primer rayo de sol, que espera paciente a que todo crezca a su ritmo y se encarga de recoger los resultados de cada cosecha, es la misma que llena nuestra neveras y despensas.
Aunque no lo veamos, esas personas son las que hacen posible que no tengamos que comer comida de astronauta en platos de Ikea, porque créeme, no quieres eso.
Trabajar en el rural es duro pero si eres mujer, aún más. Las mujeres del mundo agrícola se enfrentan a una notable discriminación: no son propietarias de los terrenos y del ganado, su remuneración es escasa, y el acceso a créditos y a los servicios de entidades financieras es casi inexistente.
Por esto, este año en el Día Internacional de las Mujeres Rurales queremos hacer hincapié en el papel fundamental que desarrollan las mujeres que trabajan en el mundo rural y en el campo, y destacar que sin ellas nada sería como lo es ahora.
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A pesar de las desigualdades laborales y sociales que sufren las mujeres dentro del mundo rural, estas suponen una cuarta parte de la población mundial, y siguen siendo el último bastión frente a la inseguridad alimentaria y el cambio climático.
Este año no solo homenajeamos su función en el ámbito de la agricultura como medio abastecimiento alimentario, sino que recalcamos su labor en el plano de la sostenibilidad ecológica.
“Nuestro mundo” (sí, hablamos de PortAmérica) no sería posible sin esta figura. ¿Qué sería del ShowRocking sin platos donde la estrella es la berenjena, el tomate picante, o la cebolla morada? Sin las mujeres rurales nuestra fiesta gastronómica no sería lo mismo, perdería su esencia.
Promocionar el trabajo justo en la economía rural es esencial para conseguir acabar con la pobreza y garantizar así que se cubran las necesidades nutricionales de una población en constante crecimiento. Es necesario que no nos olvidemos del rural, y de todo lo que rodea a este.
Además… ¿quién dijo que en el rural no lo pasamos bien?
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