Nacho Sarria es una de las grandes promesas del pop rock español. Con tan solo 20 años, el malagueño ya estaba recorriendo el mundo junto a Los Labios, banda sevillana donde triunfó como guitarra rítmica y segundas voces tras la marcha de Álvaro Suite, también guitarrista de Bunbury.
De su compromiso y pasión hacia la música, Nacho ha ido construyendo un aura sonora que se refleja a la perfección en su primer disco en solitario. Un álbum autobiográfico, atmosférico y atemporal que se titula como él mismo, Sarria, y donde el malagueño deja latente su extrema sensibilidad y su exquisito gusto musical.
La voz de Nacho es el vehículo perfecto para narrar su propia novela vital a través de sonidos inspirados en el rock más clásico de bandas como The Doors o Pink Floyd. Las reminiscencias zeppelinianas también tienen cabida en la parte más acústica del álbum. Aunque, son los aires de folk y de soul los que dan lugar a una amalgama de influencias que aportan una enorme personalidad.
“Gitana” es la historia sobre un amor no correspondido y “El camino” un tema repleto de fantasmas del pasado. En “A todo color” empezamos a ver
cómo la desesperación y la ansiedad se transforman en euforia y esperanza, dos sentimientos que también están presentes en “Esperando al sol”.
Talento y autenticidad son las dos palabras que mejor definen a este músico nacido para revitalizar el rock de los sesenta y setenta en un contexto moderno. Sin olvidar el blues primigenio, las influencias andaluzas y las atmósferas psicodélicas, Sarria redescubre un mundo de sonidos a través de su amplio bagaje cultural.