Viernes 21 de octubre
La Fábrica de Chocolate Club, Vigo
Puertas: 22.00 h. – Show: 22.30 h.
Anticipada: 20 € en www.codetickets.com, Discos Elepé (Vigo), Discos Froiz (Pontevedra) y Tenda A Reixa (Santiago)
Han pasado quince años desde que el artista sueco Jay-Jay Johanson sorprendiese la escena trip-hop con el seductor álbum Whiskey, pero la mezcla original sigue tan embriagadora como siempre. Al igual que sus siete discos anteriores, Spellbound demuestra la habilidad del músico para combinar los elementos que componen su particular estilo – una inclinación a la melancolía, una delicada insinuación de un rico universo artístico, una voz como no hay otra – con una sana dosis de experimentación, a la vez consecuente y atrevido, infinitamente moderno y siempre sorprendente.
En 1996 con la publicación de su debut, Whiskey, Jay-Jay emerge como el eslabón perdido entre el compositor francés Francis Lai y los británicos Portishead. Tattoo le sigue en 1998, mezclando nebulosos teclados con atmósferas jazz. Con Poison (2000) Jay-Jay publica su disco más oscuro, repleto de ansiedad y melancolía.
Sintiendo la necesidad de aventurarse en nuevas direcciones, Jay-Jay Johanson publica Antenna en 2002. Su estética minimalista propulsada por un eufórico single, consiguen que la popularidad de Jay-Jay se extienda a nuevos territorios.
El siguiente paso es Rush (2005), con el que Jay-Jay canaliza su interés por la pista de baile. The Long Term Physical Effects Are Not Yet Known (2007) nos muestra lo mejor del Johanson más jazzero. Self-Portrait (2009), deja espacio para secciones de intrigante experimentación y enigmática sensibilidad.
En 2011 Jay-Jay publica Spellbound, un disco orgánico, cálido y vibrante, dominado por una distintiva tonalidad cinemática. Esta nueva colección de canciones nos muestra la personal mirada de Jay-Jay hacia la psicodelia, moviéndose entre fronteras musicales: el cariz folk que aporta la guitarra acústica se acompaña de un universo musical inmerso en jazz, e influenciado por la orquestación de la composición cinemática. Jay-Jay, al igual que sus modelos – Ennio Morricone, Lalo Schifrin o Bernard Herrmann – domina la narración musical de una forma única, creando texturas densas y paisajes evocadores.