Madrid, Ext. se estrena en cines el 29 de agosto. Su banda sonora estará disponible ese mismo día en plataformas de streaming.
El 29 de agosto llega a los cines MADRID, EXT. una película sinfónica dirigida por el cineasta y dramaturgo Juan Cavestany con música de Guille Galván, compositor y músico de Vetusta Morla y escritor. Ese mismo día estará disponible su banda sonora en todas las plataformas de streaming de la mano del sello discográfico Esmerarte. Ya está disponible el pre-save en este link.
MADRID, EXT. es un ensayo fílmico acerca de la ciudad y el paso del tiempo, de sus transformaciones y sus contradicciones. Es un homenaje a Madrid a modo de gran archivo visual y sonoro de sus habitantes y localizaciones donde se cruza comercio y fauna, arquitectura y señoras, mercerías y poetas, constructores y destructores de la ciudad…
Hace cuatro años arranca este rodaje/indagación con Juan Cavestany vagando por la ciudad con una cámara y acumulando cientos de horas e imágenes a las que Guille Galván ha ido poniendo música para componer una sinfonía poliédrica y sorprendente. Una suerte de banda sonora de la ciudad, en la que la música se mezcla con los sonidos de la propia ciudad. Una música que parte de la observación, la escucha y la investigación de los lugares y los barrios…
“Tenía que construir la banda sonora no de una ciudad existente sino de su experiencia, subjetiva y única”, dice Guille Galván. “No se trataba de hacer arqueología ni folklore, sino de armar a través de la música y el sonido, la forma de mirar esa ciudad, de quererla y respetarla. Para ello he tratado de lavar el ruido para obtener sus pepitas de oro: las pistas de sonido, del afilador, las churrerías, las máquinas tragaperras, el metro…”
Surgida como una suerte de “cara B” de la película colaborativa Madrid, INT., Juan Cavestany se planteó este proyecto movido por la necesidad de “redescubrir” la ciudad tras la pandemia. “Filmar qué había quedado y qué pinta tenía el futuro inmediato. (…) Me movía una nostalgia por Madrid, un anhelo de lo que recordamos como “más bonito”, pero con la precaución de la nostalgia fácil. No todo tiempo pasado fue mejor. Perseguía también una idea fantasiosa: ¿cómo sería combinar la ambición de un gran documental sinfónico con la bajada a tierra del testimonio encontrado casi al azar?” afirma.