Estos días abundan las listas que destacan lo mejor del año que se acaba, y las de música son un clásico en las que suelen coincidir los primeros puestos del ranking.
De las publicadas hasta ahora, son 3 las que colocan a Paramales (Esmerarte 15) en el primer puesto: Efe Eme, Diario de Levante y Corrientes Circulares.
Xoel López ha facturado el disco más destacado de este 2015. “Paramales” lidera la lista de los mejores álbumes del año con un cóctel de aires argentinos, guitarras españolas y eléctricas, sonidos setenteros, folclore y aromas colombianos. Una obra de ritmos palpitantes, que marcan el pulso de las trece canciones de un trabajo repleto de parajes distintos y envolventes, acompañando el viaje musical con textos cuidados. Xoel perseguía dar un paso más en la mezcla de sonoridades, y el riesgo ha merecido la pena. Efe Eme.
Paramales es el canto del cinto de Xoél Lopez. No hay duda alguna de que el de A Coruña se encuentra en su mayor momento de plenitud, hasta tal punto que su tercera referencia en solitario ya forma parte del imaginario musical colectivo. Si aún no han tenido la oportunidad disfruten de Xoel y su banda en vivo, su hipotálamo se lo agradecerá. Diario de Levante.
También lo señalan como de lo mejor de 2015: Babelia (El País), Notodo (disco y canción), Notedetengas, Binaural o Redacción Atómica, entre otros.
Para El País, Xoel López es además el mejor artista nacional de 2015.

Marisa Valle Roso estrena ‘Nana’, una canción de cuna con tintes reivindicativos
«Nana» (Esmerarte, 2025) es una canción de cuna contemporánea compuesta e interpretada por la cantautora asturiana Marisa Valle Roso. Escrita desde una perspectiva millennial, la canción mantiene como hilo conductor la temática minera, elemento recurrente en la obra de la artista.
Se trata de un tema pop con influencias del folclore asturiano con fusión de bases electrónicas y sonidos tradicionales, llevando el folklore a un terreno de música moderna. La poderosa voz de Marisa se convierte en el vehículo ideal para rendir homenaje a la historia minera de Asturias y a las generaciones que trabajaron bajo su tierra. Además, la canción transmite un espíritu reivindicativo propio de su generación.